viernes, 14 de agosto de 2009

Descripcion del Cuadro


De izquierda a derecha está primero un niño, que con el dedo en la boca mira hacia el pintor. Le sigue un hombre de ropa azul y roja que aviva el baile. Una mujer sirve ponche. Un ebrio levanta un enorme vaso, llamado popularmente potrillo. La pareja elegantemente vestida baila y detrás una mujer observa, un soldado saluda mientras un niño bebe y un anciano observa la escena. Más allá tres mujeres con arpa y guitarra cantan y tocan, un huaso toca las palmas y una pareja observa al final del costado derecho, y el perro posa como sacado de un cuadro de Velázquez. Comidas, guirnaldas y una gran bandera chilena completan la escena

¿Qué es la Zamacueca?

El crítico e historiador de la pintura Antonio Romera señaló que era "un símbolo de identidad" y el también crítico e investigador Ricardo Bindis, indicó de su autor que "era el auténtico gran costumbrista chileno".


La zamacueca un estilo musical y baile limeño de pareja suelta, en el que se representa el asedio amoroso de una mujer por parte de un hombre. Proviene de la terminología de "zamba "clueca" en alusión a aquél asedio, similar al que efectúan los gallos a las gallinas y saca pasos de la afamada pelea de gallos muy popular en las fiestas Limeñas y Trjillanas durante el Virreynato del Perù. Mùsicalmente deriva del mestizaje ò fusion de mùsica y baile traidos por gitanos, los esclavos negros de angola y mulatos que entre los siglos 16 y 17 conformaban gràn parte de la ciudad de Lima y sobre todo la costa norte del Perú.





Nota distintiva de la zamacueca, como danza, es que se baila empuñando un pañuelo blanco en la mano derecha (tanto la dama como el varón), el cual es agitado alborotadamente en el aire por sobre la altura de la cabeza. y con movimientos pélvicos heredados de la cultura afro. Los máximos exponentes de dicho baile y forma musical se reunían en la afamada Fiesta de Amancaes. En donde se exponían concursos de platos típicos de distintas regiones, Caballo de Paso Peruano y por supuesto música criolla.
Con el pasar de los años la zamacueca llega a Chile, transformándose en la cueca chilena. Desde Chile pasó a Argentina, donde se convertirá en sus actuales variantes, la cueca cuyana, norteña, más tarde en zamba y zamba alegre, cabe reafirmar que todas estas son variantes (o sub-géneros) de la zamacueca peruana.

Pinturas

Autor: Manuel Antonio Caro
Técnica: Óleo sobre tela
Colección: Presidencia de la República
Orígenes culturales: Siglo XVI y XVII, en el Virreinato del Perú
Instrumentos comunes: Laúd, arpa y cajón

Manuel Antonio Caro se destacó por la capacidad para retratar las costumbres de la sociedad urbana nacional del siglo XIX. "La zamacueca" es una pintura costumbrista de estilo académico donde se relata narrativamente una situación característica de la época.



1872

Se ve buena la cosa, ¿eh? La cueca bien zapateada, la mujer coqueteando como corresponde, harto subproducto de la uva y…. el quiltrus chilenus authenticus.

Con este cuadro tenemos una duda existencial: en el sitio Arte en Chile, de Phillips, se dice que este cuadro se encuentra en la Presidencia de la República. La misma imagen apareció un tiempo en el Museo Nacional de Bellas Artes como si fuera de su colección. Y por un período apareció esta otra imagen.



Pero más curioso aún, en otra página relacionada con el mismo museo, y referida a la Academia de Pintura del fines del siglo XIX, aparecía la imagen de abajo. Esta misma es la que aparece en el sitio de nuestros amigos de cuecachilena.cl. Fíjense que el huaso tiene el pañuelo en la mano izquierda. La imagen es casi un reflejo de la anterior, pero evidentemente distinta.




Como la pintura que Manuel Antonio Caro expuso en la exposición Arte e Industria, de 1872, con motivo de la inauguración del edificio del Mercado Central. Esta es el reflejo de la anterior, claro que en estado deplorable en cuanto a color.


Y para agregar más pelos a la sopa, tenemos este dibujo, que figura en el libro Tipos y Costumbres de Chile, de Pedro Ruiz Aldea. Está tomada de unos grabados del libro de Charles D’Ursel, París, 1880. Firma: P. Kauffmann.